martes, 22 de febrero de 2011

MAJES SIGUAS II, CONFLICTO Y OPORTUNIDAD

El domingo 13 de Ferbrero del 2011, el Consejo
Directivo del CIP - Cusco, realizó una visita
técnica  a la zona de los 3 Cañones
Al formular el proyecto Majes Siguas II, la Región Arequipa ocasionó un mayúsculo conflicto social, al considerar dicha cuenca como un espacio vacío, sin población, pretendiendo disponer libremente de las aguas de la cabecera de cuenca,  para tomar 9 m3/seg. de los 11.4 m3/seg. del caudal promedio que dispone el río; pretendiendo trasvasarlos a la cuenca del Río Colca, dejando tan solo, un caudal ecológico de 2.4 m3/seg.; dicha situación exasperó a la población de Espinar, más aún, si se tiene en cuenta que 40 años atrás, se construyó, la Represa de Condoroma para irrigar las tierras de Majes I, con las aguas del Río Pañe, lo cual afectó el delicado equilibrio ecológico de la zona, sin haberse resarcido jamás a la población por los impactos negativos ocasionados por Majes I, un proyecto sobredimensionado y con los costos de irrigación más caros de la historia del país; cuyas tierras sirven, tan solo, para el cultivo de alfalfa y maíz amarillo duro, para la ganadería lechera que provee a la empresa GLORIA.
Ante esa situación, la población de Espinar reclama, recusando la continuidad del Proyecto Majes Siguas II, que se llevaría el agua, para dejarla con el caudal mínimo que lleva el río en épocas de estío (2.4 m3/seg.), lo cual se agrava si se tiene en cuenta la existencia de numerosos proyectos de irrigación para agricultura y pastos mejorados, identificados para el desarrollo de dicha zona.
La aprobación del proyecto Majes siguas II, se realizó, por el MEF y la Autoridad Nacional del Agua (ANA), pasando por encima de la normatividad del SNIP, soslayando el balance hídrico y obviando el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) en la cuenca alta del Apurímac, en claro desacato de las disposiciones Judiciales, emanadas para cumplir con la normatividad legal vigente; a su turno, PROINVERSION actuó, festinando los trámites de la licitación convocada por un monto $ 414 millones de dólares USA (MM), de los cuales el Gobierno Central cofinanciará $ 150 MM, el Gobierno Regional de Arequipa $ 57 MM y el concesionario privado (Consorcio Español Peruano) aportará $ 207 MM, a quien el Estado pagará $26.1 millones de dólares anuales, durante 16 años; además, el concesionario cobrará alrededor de $ 14 MM/campaña, vendiendo el agua a los usuarios a US $ 0.0602/m3.
Para los técnicos, queda claro que; el verdadero motivo de dicho empeño, son las hidroeléctricas de LLuta y Lluclla, a construirse en la Cuenca del Colca, con el agua trasvasada desde el Apurímac, estas hidroeléctricas producirán 656 MW, arrojando utilidades de $144 MM/año para los futuros concesionarios, quienes aprovecharán la represa y los túneles de derivación pagados por el Estado Peruano, para instalar sus casas de fuerza, aportando un mínino de inversión.
Otra razón importante para trasvasar las aguas y construir las hidroeléctricas, son los planes del Gobierno Regional de Arequipa que tiene la mira puesta en construir, una suerte de ciudad satélite, “la nueva Arequipa”, en las tan mentadas pampas de Siguas. En tal contexto, queda claro que, Arequipa y los “concesionarios” de las obras, recibirán todos los beneficios del proyecto, y la población de la cuenca alta del Río Apurímac asumiría con todos los costos ecológicos y sociales; por cuanto, desde su concepción el proyecto, no ha previsto reparar los daños medioambientales, existiendo sólo el vago ofrecimiento de realizar el “afianzamiento hídrico” de la zona, con supuestas obras que, hasta el momento, no cuentan con perfiles, EIA, BALANCE HÍDRICO y mucho menos, financiamiento.
El Mg. Eduardo Gil Mora, especialista en
temas de Medio Ambiente, también acompañó
a la delegación del CIP - Cusco.
Según dispone la Ley Nº 29338, Ley de Recursos Hídricos, el manejo de cuenca y la gestión hídrica del Río Apurímac requiere estudios detallados de Balance Hídrico y EIA, (la ANA realizó estudios sólo en 1,270 Km2 de los 6,050 Km2 que comprende la cuenca), dichos estudios deberán realizarse bajo el concepto de Gestión de Cuenca, tal como lo especifica la Ley, para realizar  “la cosecha de agua”, en beneficio compartido de todos los usuarios, en cuanto a irrigaciones, hidroeléctricas y otra infraestructura que pudiera generarse.
Es indudable que la ampliación de la frontera agrícola y la construcción de las hidroeléctricas son objetivos de desarrollo que persigue el país; sin embargo, también es prioritario el uso no consuntivo del recurso hídrico, para satisfacer las necesidades básicas de la población. En tal contexto, el trasvase del agua al Colca, debería haber previsto resarcir el caudal a utilizar mediante la construcción de otra represa, aguas abajo del Apurímac, como parte de la inversión global del proyecto; así mismo, los beneficios por la venta del agua y de la generación eléctrica deberían alcanzar también a la población de Espinar para distribuir equitativamente los beneficios de la cuenca, según el espíritu de la referida Ley de recursos hídricos.
Complementariamente, el desarrollo integral de la cuenca, debería ser materia de un proyecto especial de la cuenca del Apurímac, impulsada por el Gobierno Regional del Cusco, como se ha planteado en las reuniones de la Comisión Técnica, presidida por el Consejo Regional de Colegios Profesionales (COREPRO) a iniciativa del Gobierno Regional, enfrentando así, racionalmente, a los embates del cambio climático, las sequías y el uso no consuntivo del agua.
De esta manera se estaría superando el conflicto, propiciando a su vez la oportunidad de ganar para todas las partes, incluyendo las iniciativas empresariales.

Ing. Roberto Durand López
DECANO
Colegio de Ingenieros del Perú
Consejo Departamental Cusco

Comisión Majes Siguas II

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